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Theresa Zabell.

Theresa Tzabell

Presidenta

Una visión.

Al término de los Juegos de 1996 nace Olimpia, una preciosa bebé, rubia como la madre, que acapara todo el tiempo de Theresa. Es entonces cuando decide retirarse de la competición y comprometerse con el mar para devolverle parte de lo que él le había dado.

El 3 de marzo de 1999, nace la Fundación Ecomar y comienza a dedicarse en cuerpo y alma a ella. Su lema «Cuida de los únicos dos sitios de los que no te podrás mudar jamás, tu cuerpo y tu planeta» definen la filosofía de la Fundación, desde ese momento no ha parado, concienciando a mas de 15.000 niños cada año y cuidando nuestros mares. Hoy Ecomar es un referente en el cuidado de nuestros mares, educando y concienciando para lograr un planeta mejor.

Trayectoria.

Theresa Zabell Lucas tomó su primer contacto con el mar con tan solo unos meses, cuando la familia Zabell tuvo que emigrar a Canarias desde Inglaterra en un crucero por motivos profesionales del cabeza de familia. Ahí conoció el azul, lo olió y lo degustó quedándose en su retina con la imagen de lo que tenía que ser un “Sea in Blue”.

Al poco tiempo, los Zabell fijaron su residencia en Fuengirola (Málaga) y fue allí donde Theresa, con tan solo diez años, un metro y medio de altura y cincuenta kilos de peso, se embarcó por primera vez en un barco de vela. Como ella misma dice «pasé más frío que en toda mi vida en el mar», pero cuatro años más tarde ya era casi una experta en la Clase Europa llegando a conquistar el Mundial de la clase en La Rochelle en 1985. Comenzó su carrera olímpica cuando una injusta decisión federativa la dejó fuera de los Juegos de Seúl 88, a pesar de haberse ganado la clasificación. La Federación eligió a dedo a Adelina González y a Patricia Guerra para representar a España en esos Juegos.

Theresa pensó en dejarlo todo y estuvo un año viviendo en Inglaterra desconectada de la vela, pero animada por su familia decidió probar una vez más la aventura olímpica en los Juegos de Barcelona. A partir de ahí, dos medallas de oro olímpicas (Barcelona 92 con Patricia Guerra y Atlanta 96 con Begoña Vía-Dufresne), cinco campeonatos del Mundo y tres Europeos adornan el palmarés deportivo más laureado de la vela española con innumerables campeonatos de España y una vez proclamada mejor regatista del mundo por la Federación Internacional de Vela.