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¿Cuánto contamina una colilla en la playa?

Cada colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua del mar y hasta 50 litros si se trata de agua dulce. Una barbaridad si tenemos en cuenta que cada año se consumen 32.800 millones de cigarrillos en España, un 15% de cuyos filtros acaba en las playas. Si el cálculo se extiende a todo el mundo y a espacios al aire libre más allá de las playas, la cifra se eleva a seis billones de cigarrillos, de los que 4,5 billones terminan en la naturaleza. Y es en el filtro de los cigarros donde, según un informe del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, se acumula una gran parte de los componentes nocivos del tabaco, que además se liberan en contacto con el agua. Hablamos de acetona, amoniaco o naftalina, compuestos presentes en algunos productos de limpieza del hogar, pero también de arsénico, polonio, metanol, disolventes industriales o elementos radiactivos.

Las colillas son un residuo muy contaminante, pues están hechas de monoacetato, un material derivado del petroleo que no es biodegradable y tarda 15 años en descomponerse. Por su reducido tamaño y peso ligero, los servicios mecánicos de limpieza tienen grandes dificultades para retirar las colillas que los fumadores desaprensivos dejan en la arena. Con lo cual se incrementan sobremanera los gastos de eliminarlas. Desde 1986, las colillas de cigarrillos han sido el elemento más recolectado de las playas, con alrededor de 60 millones de filtros encontrados en 32 años.