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Marevivo y la ballena de Sorrento, embajadora de su especie

Quizás en estos días hayáis oído hablar de la ballena encontrada muerta en el Puerto de Sorrento. Hoy queremos contaros su historia, y el trabajo que ha realizado Marevivo, nuestra fundación hermana en Italia con la que colaboramos en muchos temas.

En la noche del jueves 14 de enero, algunos transeúntes presenciaron un ejemplar de ballena que golpeaba implacablemente su nariz en el muelle. Unas horas más tarde, el cuerpo sin vida de otra gran ballena, de casi 20 metros de largo, la más grande jamás encontrado en el Mediterráneo, fue encontrada a una profundidad de 15 metros. Como Marevivo no pudo mirar hacia otro lado pidió a todas las instituciones que arrojaran luz sobre este episodio

Morir para investigar

Os dejamos lo que han escrito en el blog de Marevivo para que lo leáis y comprobéis como está en juego el bienestar de los animales marinos

La semana pasada, gracias al trabajo de un equipo coordinado por Sandro Mazzariol, profesor de la Universidad de Padua y jefe del Equipo de Respuesta a Emergencias (Cert), pero también al trabajo conjunto de muchas instituciones y organizaciones, obtuvimos los primeros resultados importantes, que nos reconfortan: la ballena no apareció muerta ni por factores antropogénicos directos ni por la presencia de plástico en el interior del estómago. Lo más probable es que muriera de hernias calcificadas en la cola, lo que le impedía nadar y respirar. Su cadáver fue enterrado, y en un año se recuperarán los huesos para reconstruir y exhibir el esqueleto con el fin de concienciar sobre la importancia de proteger el mar.

El gran trabajo fue posible gracias a la coordinación de los múltiples departamentos involucrados. Agradecemos a: el equipo coordinado por Sandro Mazzariol, la Autoridad Portuaria, el Área Marina Protegida de Punta Campanella, el ASL Campania, el Municipio de Sorrento, la Región de Campania, el ARPA Campania, el Instituto Zooprofiláctico, el Anton Dohrn, el Universidad de Siena, el Grupo CRIuV, la Universidad de Nápoles Federico II, Terna y las delegaciones regionales y territoriales de Marevivo.

Estamos felices de haber contribuido a este rescate, pero debemos abrir los ojos a una tragedia aún mayor: cada año miles de ballenas mueren en todo el mundo en la indiferencia general. Estamos impactados por las terribles imágenes de un ejemplar llegando a nuestras costas, pero decidimos ignorar lo que está sucediendo en el resto del mundo, en países como Japón y Noruega.

Solo porque suceda lejos de nosotros no significa que no suceda en nuestro mar. La biodiversidad marina no conoce fronteras y comprometer la salud del mar es perjudicial para todos nosotros.
Continuaremos movilizándonos cada vez con más energía para detener la captura de estos mamíferos marinos.